A las pocas horas de nacer y como os contaba en anteriores entradas, contamos los cachorros y vimos que nos faltaba uno negro. Nos pusimos como locos a buscarlo y estaba debajo de la madre. Es algo que suele pasar, si no estás pendiente puedes incluso perder media camada porque la madre los aplasta (ellos buscan el calor y ella no se da cuenta de que se ponen debajo), pero no por saberlo me resigné a la realidad. Lo cogí entre mis manos y empecé la reanimación.
Cuando me informé de todo lo que podía pasar en el parto, leí que la madre puede, por cualquier motivo, no romper la bolsa cuando nacen y el cachorro muere asfixiado así que tienes que reanimarlos tu. Pues con esa información y mi instinto empecé a hacerle el boca a boca y masaje cardiaco mientras mi marido llamaba al veterinario de urgencias. No nos dió esperanzas, nos dijo que era muy dificil que se recuperara pero yo no perdía la esperanza, en ese entretanto le prometí que si revivía se quedaría en casa conmigo. Toni colgó el teléfono sin mucho ánimo pero yo insistía, no se cuanto tiempo había pasado cuando me dijo "se ha movido" , yo no me di cuenta y seguí con la reanimación pero Toni volvió a llamar al vete "oye que se ha movido -- será un espasmo, nos dijo el vete -- tendrá aire retenido, pero no hay posibilidades" yo insistía y de repente Resu pega un gritito, abro los ojos, llenos de lágrimas desde hace rato, y sigo con el masaje cuando, Resu EMPIEZA A RESPIRAR dando pequeños chillidos, el veterinario, aún al teléfono lo oye y me dice "¿ese es el cachorro?" sí "¡pues sigue sigue!
Fué una experiencia pues... maravillosa por el final que tuvo, pero no se la deseo a nadie. El veterinario de urgencias nos dijo que podían quedarle secuelas pero ESTÁ PERFECTO!! Le hacemos sus revisiones y no nos lo podemos creer, está sanísimo y es super obediente.
Al día siguiente todo el mundo venía a ver al que había resucitado y decían "cual es el que ha resu" TODO EL MUNDO LO LLAMABA ASÍ!!! de ahí su nombre, RESU.
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