A Vera ya se le nota la barriguilla, las tetillas se le han hinchado y tiene un hambre feroz, se pasa el día pidiendo algo de comer y a nosotros nos cuesta mucho no darle un cacho pan pero no queremos que engorde mas de lo necesario.
Se la ve más cansada de lo normal y ya no tiene ganas de jugar con Resu todo el tiempo, el pobre no entiende nada e insiste en jugar, ella le riñe y sale corriendo y como nos da un poco de miedo que se haga daño en una carrera hemos decidido tenerlos separados y así pasa prácticamente todo el día tumbada.
Mañana la llevaremos al veterinario a hacerle la ecografía, estamos ansiosos por ver como va la cosa y si los cachorritos están bien.
